La calabaza es una hortaliza poco discreta. Destacan su color vistoso y su tendencia a las dimensiones colosales. Duraba tanto en la despensa como el jamón, ya que también menguaba pedazo a pedazo. Nuestras madres y abuelas los mezclaron siempre en sus potajes y cremas, ya que el dulzor de la calabaza contrasta con la alegría salina del jamón.
Sin embargo las calabazas irregulares, alargadas, redondeadas o deformes, cultivadas por todo el arco mediterráneo, de Barcelona hasta Cádiz, son apreciadas por los cocineros por su carne densa, sabor intenso y floral y por su textura carnosa.
Arco mediterráneo