La alcachofa tiene un sabor especial, amargo, persistente, con un dulzor que recuerda al regaliz, por lo que la sal del jamón le ha combinado siempre de maravilla. Así, algunas de las grandes de alcachofas invitan a rellenarlas de jamón. Ya sean asadas, encurtidas o fritas, el jamón les proporciona el toque salado necesario. Preciso para hacer relucir el dulzor del jamón bien curado en bodega.
El mapa tiene marcados dos territorios proclives a las alcachofas, una en el Mediterráneo valenciano y otra a las orillas del Ebro en Navarra. Nos referimos a la DOP Alcachofa de Benicarló y a la IGP Alcachofa de Tudela, exquisitas, ya sean frescas o en conserva.
Tudela y Benicarló